La historia
nos pone en la piel de Seh-hee y Ji-woo, una pareja a la que se le va agotando
el amor y la pasión paralelamente al tiempo que llevan juntos, Seh-hee empieza
a volverse cada vez más susceptible debido a las furtivas miradas que Ji-woo
lanza a diversas mujeres y opta por realizar una descabellada acción..
Nunca me
había acercado a la filmografía de este director tan aclamado y denostado por
parte de la cinematografía mundial como es Ki-duk, no obstante ya sentía
predilección por él al mirar su biografía, director sin la más mínima
preparación teórica empieza a desarrollar su talento por la dirección y
escritura de guiones al ver, entre otras, ‘El silencio de los corderos’, bien
podríamos pensar que como su compatriota Park Chan-wook se dedicaría a la
realización de thrillers, sin embargo, opta por tomar un camino más arriesgado
lanzándose a la creación de dramas, en ocasiones románticos, centrados en personajes
marginados de la sociedad con altas dosis de violencia.
Pero ‘Time’
es más que un simple drama romántico al uso, está contado de una manera muy
peculiar y parte de una premisa con altas probabilidades de caer en el morbo
fácil o en el ridículo más espantoso. Con el comienzo de la película Ki-duk nos
hace partícipes de la desesperación de la mujer por alcanzar la perfección, por
romper las barreras de la cotidianeidad de nuestras vidas y darles un giro para
hacernos felices a nosotros mismos o, en este caso, a nuestra pareja, ya sea
por amor o miedo a la soledad. La película abandona el recurso de hacernos ver
la felicidad de la pareja para empatizar más con ellos y aparta a la mujer, que
aparentemente tiene una fuerte decisión tomada, para mostrarnos la otra cara de
la moneda, la desesperación vuela de un componente a otro de la pareja
dividiéndole entre el olvido y las nuevas oportunidades.
La
fotografía navega entre lo excepcional y lo mediocre, alcanzando escenas tan
bellas como las del parque de esculturas o la del barco y otras tan pasables
como las de las repetidas disputas en los cafés. Aun así la presencia de un
fuerte director siempre está presente en toda la película, es curioso comprobar
que a veces incluso sin una buena preparación detrás puedan hacerse buenas
películas, viéndola pasa ‘Drive’ por mi mente, una película tan perfectamente
cuidada y estudiada que ella misma mata la propia imperfección que debe llevar
consigo una película y hace que surja la magia.
Como punto
negativo destacaría el histrionismo tan típico que rezuman las interpretaciones
de los personajes principales sobre todo en el cine oriental y en el cine
surcoreano en particular y la pesadez que recae en el espectador conforme se va
acercando a la mitad del metraje.
Ki-duk puede
convertirse fácilmente en uno de los directores punteros en la filmografía
oriental actual, aunque aún se encuentre un escalón por debajo de otros genios
como Zhang Yimou o Wong Kar-Wai, ya que con obras como ‘Time’, que sin ser de
las más reconocidas por la crítica, logra hacernos testigos de un cuento, un
cuento terrible que hace que al llegar al final del mismo nosotros también nos
percatemos de que somos víctimas del paso del tiempo.
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