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18.5.13

Chaparrón / Shû u (1956) - Mikio Naruse





Se me presenta un importante reto a la hora de escribir algo sobre esta película, película inencontrable en la cinematografía española debido a que no ha sido editada. Protagonizada por la adjetivada como ‘eterna virgen’ japonesa Setsuko Hara debido a su repentina retirada de las cámaras hace ahora 50 años aborda el tema del matrimonio y sus dificultades, tema ya tratado por el mismo director en ‘El almuerzo’ (1951) y como ya hiciera Yasujiro Ozu en ‘Una gallina en el viento’ (1948) (ambas películas comparten hasta protagonista masculino) y dirigida por Naruse, considerado la cuarta estrella de la dirección japonesa tras Kurosawa, Mizoguchi y Ozu. 

Debido a lo espinoso del tema es importante la presentación de los personajes de una manera directa, la película comienza con el matrimonio asentado en una habitación asfixiante y con los dos componentes interpretando sus dos roles asignados en los años 50, la mujer cosiendo y el hombre leyendo el periódico y quejándose de una siempre dura jornada de trabajo, matrimonio sólo unido debido a la retahíla de comentarios peyorativos que saldrían a la luz por parte de sus vecinos a raíz de su separación, como contraposición a este matrimonio aparecen dos más que les hace darse cuenta de su situación, el matrimonio vecino, aparentemente felices, y la llegada de una amiga joven y recién casada, cuyos problemas conyugales provocan la risa en la pareja principal.



Es muy fácil encontrar similitudes en forma y fondo entre las películas de Ozu y Naruse, a mi gusto más refinado y pulcro en su modus operandi el primero, debido al tema central de sus películas, la descomposición de la familia, mientras que Naruse opta por dotar a la película de un dinamismo que hace más llevadera a la película, Ozu adopta un tono radical posando la cámara en el suelo, el sopor que debería llevarse a cabo queda rápidamente opacado por la excelencia de sus películas y la magnificencia de sus actores habituales, una de esas habituales es la protagonista de esta película, llevando la carga dramática del filme y adoptando una postura similar de la que ya hizo gala en ‘El almuerzo’, la carga que lleva en la espalda como cumplir las exigencias de su marido, llevar la casa o poner buena cara frente a también las exigencias que le plantean sus vecinos se manifiesta a través de su expresión. 

Dividida claramente en dos partes, la primera queda formada por la presentación de la pareja protagonista y la segunda por los problemas de trabajo típicos en el Japón de los 50. Es posible encontrar una subtrama que abordaría Ozu con más protagonismo en ‘Buenos días’ (1959), y es la relación entre una comunidad vecinal y la hipocresía por parte de algunos, relación tensa que estalla ante las narices de todos en una reunión vecinal.


 

A partir de cierto suceso que tiene lugar avanzado el metraje, ambas personas descubren que tienen que aprender a complementarse el uno al otro para que el matrimonio no se descoyunte a través de un final precioso que elevan la categoría de la película de perderse entre las buenas películas que forman el cine clásico japonés a una categoría mayor, a la altura de otras películas de Naruse como ‘La voz de la montaña’, también interpretada por Hara.

11.5.13

La Isla (2005) - Michael Bay

A pesar de haber recibido más críticas negativas que positivas, a mí La Isla (quizá por ser una amante de la medicina y la investigación), me pareció una buena producción, cargada de aspectos científicos que te hacen pensar y bien interpretada.

El filme de ciencia-ficción cuenta la historia de Lincoln Eco-Seis (interpretado por Ewan McGregor) y Jordan Delta-Dos (Scarlett Johansson), dos clones que viven engañados en un macro-complejo subterráneo bajo la teoría de que la Tierra quedó destruida en una catástrofe ecológica y está ahora desierto -siendo ellos los únicos supervivientes. El único reducto limpio y habitable es un lugar llamado "La Isla", a donde pocos tienen la oportunidad de trasladarse, cuando de tanto en tanto, se celebra un sorteo. Cuando Lincoln descubre la verdad acerca de su existencia, tratará de escapar con Jordan y se internarán en una peligrosa incursión al mundo real mientras que los despiadados científicos al cargo de la organización les dan caza.

Teóricamente no debería haber dicho que son clones, pero lo creo conveniente a la hora de hacer más fácil la comprensión de la película, puesto que en la primera parte (cuando descubren lo que son) hay que tener los cinco sentidos puestos en la pantalla, además de ciertos conocimientos de biología. Dicho lo cual, no voy a negar que es algo compleja en ese sentido (conviene comentarla con alguien para aclarar hechos y sacar conclusiones), y sin embargo puede despertar muchas dudas existenciales. La crítica profesional desacredita por completo la segunda parte del filme, tachando la acción de estereotipada y repetitiva. Debo decir que estoy de acuerdo. Así como no es insoportable, echa por tierra el clímax al que había llegado la primera hora de producción, haciendo así una especie de fusión entre dos películas -una de ciencia-ficción con otra de acción-, ninguna de las cuales queda completamente desarrollada.

La actuación de McGregor y una joven Scarlett Johansson es destacable debido a que los personajes que interpretan carecen de madurez intelectual y conocimientos acerca del mundo real, lo que hace que los actores tengan que meterse en el cuerpo de, básicamente, dos niños.

En resumen, puede que no sea la mejor película del siglo, y la segunda parte es, ciertamente, un pequeño fiasco, pero apelará a la curiosidad científica y a replantearse los valores morales de más de uno durante, al menos, la primera hora. En una escala del 1 al 10, le doy un 7.5, pues personalmente me marcó bastante y creo que merece la pena verla al menos un par de veces.
"You're special. You have a very special purpose in life. You've been chosen. The Island awaits you".

Iron Man 3 (2013) - Shane Black

Para los fans incondicionales de la legendaria productora Marvel no hay nada que decir; si, por algún casual, hay alguien que no esté muy familiarizado con las aventuras del Hombre de Hierro, sólo tengo que decir que no deja nada que desear. Iron Man, al igual que todas las producciones de Mavel, proporciona una historia bien trabajada, una ración de efectos especiales insuperables y el mejor chute de adrenalina durante toda la película, acompañada con escalofríos variados, resultado de la incesante acción.

En esta nueva entrega, Tony Stark se enfrenta a su peor enemigo: su lado humano. Tras su colaboración con Los Vengadores (anterior película de Marvel con la que enlaza nuestra historia) y darse cuenta de que el mundo es un lugar más peligroso de lo que pensaba, ve su valor mermado bajo la amenaza de perder todo lo que quiere. Cuando esta amenaza se convierte en directa, ante la aparición del enemigo más poderoso al que jamás se ha enfrentado, Stark tendrá que hacer uso de todas sus capacidades e ingenio para proteger a las personas que ama.

Lo primero a destacar de la película es, claramente, el agudísimo ingenio con el que Robert Downey Jr hace suyo el papel, fusionando así actor y personaje en una caracterización que todos los fans siempre hemos tenido en un pedestal. Seguidamente, cabe resaltar la actuación de Gwyneth Paltrow (como Pepper Potts, novia y ser más querido de Iron Man), quien ha sido entregado un papel mucho más importante en esta última secuela y ha sabido dominarlo perfectamente. Además, como ya estamos acostumbrados a ver en producciones de Marvel, todos los personajes -desde antagonistas a secundarios- están labrados con maestría y completan el filme con su ingenio, humor o maldad. Los efectos especiales son, por supuesto, espectaculares.

Con todo, Iron Man 3 no peca de ser "exactamente igual" que las anteriores entregas, ya que esta vez los guionistas trabajado más la historia, o sea, que no sólo hay peleas y explosiones; vemos el lado más humano y vulnerable de Stark (que ya se dejó entrever en la segunda entrega de la saga), y nos queda claro que hasta los héroes más poderosos tienen miedo. Puede que sea un cliché, pero para nada ralla en la cursilería; un aspecto que quizá se haya visto mermado sea el final, que (sin desvelar nada), sí resulta un poco pasteloso, aspecto que nunca antes se había visto en Marvel. No estropea la película, en absoluto, pero desinfla un poco la adrenalina acumulada en el clímax final; paralelamente, Tony Stark toma una decisión totalmente inesperada y que sorprenderá a más de uno.

En resumen y teniendo todo lo dicho en cuenta, Iron Man 3 no decepcionará a los antiguos fans y entusiasmará a los que buscan una buena película de acción (aunque naturalmente es aconsejable ver las dos primeras entregas antes). Una vez más, Marvel se lleva la medalla de oro.
"I'm here on a mission: Fighting back".

10.5.13

El rey de la muerte / Der Todesking (1990) - Jörg Buttgereit



Corrían los ochenta tardíos en Alemania y surgía un nuevo género sin ninguna obra resaltable, el ‘Ultragore Alemán’  a excepción de esta del director que más obsesión ha tenido con la muerte, Jörg Buttgereit, en esta ocasión, la cámara actúa como narrador, nunca como juez de la decisión más radical de un ser vivo, terminar con esa condición y pasar a otro mundo en busca de la felicidad y el placer no encontrado en este mundo. Concretamente un suicidio por cada día de la semana como un cuento terrible que vuelve a empezar transcurrido su fin, como en un continuo bucle. Es una de las películas que más veces he tenido ocasión de ver y tiene el papel de una de las obras que más me han sorprendido de cuantas he visto.
El ultragore alemán es un movimiento cinematográfico con unas características fijas, mostrar la máxima casquería y recitales de sangre en pantalla, impregnados de un humor involuntario debido a su ínfima calidad, películas malas sin mayor pretensión que llegar a los videoclubs prohibidos de serie B, quizá sea lo más curioso de la película, una película que paradójicamente alumbra uno de los más desgarradores relatos jamás contados y un final precioso. 
 

 Sin dar tregua al espectador, mediante los recursos más truculentos y desagradables posibles se traza una parábola entre lo vomitivo y lo bello para crear un experimento con un lirismo atronador inscrito en la película a través de una música sencilla –como todo el metraje- pero con una fuerza mayúscula. Como todo este tipo de cine marginal hace uso excesivo de las secuencias gore, que aparte de ser totalmente innecesarias no aportan nada al resultado final de la película, incluso lo estropean, haciendo que el espectador sensible abandone el visionado de esta al cuarto de hora. Como contradicción a esto se encuentra la secuencia que corresponde al jueves, que sin mostrar absolutamente nada es más escalofriante que todas las demás.
Para acabar la reseña de esta película querría enfatizar en el hecho de que no hay un protagonista fijo, debido a la cantidad de personas que pasan por la pantalla y a la corta duración de la película no nos da tiempo a identificarnos con ningún personaje, sus pasos por la película han sido los mismos que por sus efímeras vidas, invisible. El último punto ha destacar es como siempre en este director tan peculiar la sucia atmósfera que dota a la película, al igual que los personajes, la misma gente marginal a la que giramos la vista por la calle, que es lo que al fin y al cabo se hace con este tipo de cine, enterrarlo bajo la alfombra para que no huela. A destacar la música de los créditos, totalmente preciosa. 

No tiene carisma, no tiene un ritmo muy acelerado, no tiene unos efectos especiales gigantescos, no tiene presupuesto, no tiene unas actuaciones de diez ni tiene una dirección sobresaliente, sin embargo, se eleva por encima de las típicas películas para ofrecer una propuesta diferente. 
 
''Este es el rey de la muerte. Hace que la gente no quiera vivir más''