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26.7.13

El camino a casa / Wo de fu qin mu qin (1999) – Zhang Yimou





Basada en la novela de Shi Bao, un hombre regresa a su pueblo natal para asistir al funeral de su padre, que había sido el profesor de la aldea durante toda su vida. Al organizar el funeral descubre que su madre desea hacer una ceremonia tradicional, lo que costaría muchas complicaciones. Se procede a relatarnos la historia del amor entre el padre y la madre para comprender dicha decisión.

‘El camino a casa’ se une a la lista de películas maravillosas que surgieron en 1999 con el fin de un siglo (‘Una historia verdadera’, ‘Ni uno menos’, ‘La lengua de las mariposas’, ‘Solas’) con un relato que le calará hondo a más de uno. Comienza con una fotografía triste en blanco y negro con el que asistimos al presente del pueblo y continúa con una paleta de colores muy vistosa al relatarnos el pasado, demostrando la alternancia entre la alegría y tristeza que existe entre pasado y presente.


Abrumadora en su simplicitud, la película oriental nos sorprende con un relato, a primera vista, que podría haber sido firmado por cualquier escritor de guiones occidental, y no es la primera vez que ocurre en creaciones de la mano de Zhang Yimou, otro detalle es los pósters de ‘Titanic’ que la madre tiene colgados en la pared de su casa, el director no pretende dejar de lado a nadie, evitando así el cierre de la película a espectadores ajenos a la civilización china, así como una acertada voz en off que acompaña todo el metraje explicando tradiciones como las de la comida o la de los pozos.

Una vez más Yimou acierta con actores totalmente noveles buscando reacciones más auténticas, (como Jaime Rosales) destaca la que se convertiría en musa del cine chino Zhang Ziyi, que lleva todo el peso de la cinta, demostrando una entereza y un saber estar ante una cámara que ya querrían muchos actores consagrados. Los primeros planos de la actriz y sus carreras tras su huidizo campo a través amor abundarán.



Otro de los puntos fuertes de la película es el tema principal, a pesar de sufrir pequeñas variaciones en toda la película y estar presente en gran parte de ella no se convierte en un elemento pesado, todo lo contrario, buscando una emotividad en los momentos más adecuados para ello, como con el detalle del broche, alcanza su punto álgido en un final maravilloso.

Con una duración muy corta, unos colores muy vistosos, una música preciosa y unos silencios que explican todo lo que no hacen las palabras, la sensibilidad oriental para realizar dramas románticos deja en evidencia una vez más a producciones propias o provenientes de Hollywood. Una maravilla, la película se convertirá en una de las películas de la vida de alguien que esté pasando por el mismo mal trago que el de la pareja protagonista, y si no, también.



‘’Esta es la historia de mis padres, la historia de su amor, que tiene mucho que ver con este camino, un camino sencillo, que une nuestro pueblo con la ciudad. Quizá porque mi madre esperó la llegada de mi padre por este camino con tanto amor, quería ahora acompañar a mi padre hasta su casa, caminando otra vez por él.’’




24.7.13

Time / Shi gan (2006) - Kim Ki-duk





La historia nos pone en la piel de Seh-hee y Ji-woo, una pareja a la que se le va agotando el amor y la pasión paralelamente al tiempo que llevan juntos, Seh-hee empieza a volverse cada vez más susceptible debido a las furtivas miradas que Ji-woo lanza a diversas mujeres y opta por realizar una descabellada acción..
Nunca me había acercado a la filmografía de este director tan aclamado y denostado por parte de la cinematografía mundial como es Ki-duk, no obstante ya sentía predilección por él al mirar su biografía, director sin la más mínima preparación teórica empieza a desarrollar su talento por la dirección y escritura de guiones al ver, entre otras, ‘El silencio de los corderos’, bien podríamos pensar que como su compatriota Park Chan-wook se dedicaría a la realización de thrillers, sin embargo, opta por tomar un camino más arriesgado lanzándose a la creación de dramas, en ocasiones románticos, centrados en personajes marginados de la sociedad con altas dosis de violencia.


Pero ‘Time’ es más que un simple drama romántico al uso, está contado de una manera muy peculiar y parte de una premisa con altas probabilidades de caer en el morbo fácil o en el ridículo más espantoso. Con el comienzo de la película Ki-duk nos hace partícipes de la desesperación de la mujer por alcanzar la perfección, por romper las barreras de la cotidianeidad de nuestras vidas y darles un giro para hacernos felices a nosotros mismos o, en este caso, a nuestra pareja, ya sea por amor o miedo a la soledad. La película abandona el recurso de hacernos ver la felicidad de la pareja para empatizar más con ellos y aparta a la mujer, que aparentemente tiene una fuerte decisión tomada, para mostrarnos la otra cara de la moneda, la desesperación vuela de un componente a otro de la pareja dividiéndole entre el olvido y las nuevas oportunidades.

La fotografía navega entre lo excepcional y lo mediocre, alcanzando escenas tan bellas como las del parque de esculturas o la del barco y otras tan pasables como las de las repetidas disputas en los cafés. Aun así la presencia de un fuerte director siempre está presente en toda la película, es curioso comprobar que a veces incluso sin una buena preparación detrás puedan hacerse buenas películas, viéndola pasa ‘Drive’ por mi mente, una película tan perfectamente cuidada y estudiada que ella misma mata la propia imperfección que debe llevar consigo una película y hace que surja la magia.
Como punto negativo destacaría el histrionismo tan típico que rezuman las interpretaciones de los personajes principales sobre todo en el cine oriental y en el cine surcoreano en particular y la pesadez que recae en el espectador conforme se va acercando a la mitad del metraje.


Ki-duk puede convertirse fácilmente en uno de los directores punteros en la filmografía oriental actual, aunque aún se encuentre un escalón por debajo de otros genios como Zhang Yimou o Wong Kar-Wai, ya que con obras como ‘Time’, que sin ser de las más reconocidas por la crítica, logra hacernos testigos de un cuento, un cuento terrible que hace que al llegar al final del mismo nosotros también nos percatemos de que somos víctimas del paso del tiempo.