Etiquetas

24.6.13

The Fault In Our Stars (John Green)

Hacía tiempo, mucho, que un libro no me marcaba tanto como The Fault In Our Stars ("Bajo la misma estrella" en castellano, con premio a la imaginación del traductor); suena a tópico, lo sé, pero este no es el típico libro deprimente de adolescentes con cáncer. A todos los niveles, merece la pena.

Hazel Grace es una adolescente con metástasis de cáncer de tiroides terminal que cuenta la historia de su vida desde que conoce al enigmático, interesante y perfecto Augustus, ex-enfermo de cáncer de huesos. Sus vidas toman un giro desde el momento en el que se conocen y se embarcan en la maravillosa aventura de descubrir el amor y todas sus consecuencias; además, lejos de recaer en los típicos encuentros cursis que pueblan la literatura juvenil de hoy en día, Hazel y Augustus intercambian ideas y opiniones acerca de la vida, su significado y la muerte.

Lejos de la costumbre, este no es un libro a juzgar por su portada, o mejor dicho, contraportada; carece del sentimentalismo ultradepresivo que marca la mayoría de los libros que tocan el tema del cáncer y/o de la muerte. Por el contrario, la forma en la que Green aborda el tema de la muerte, desde el punto de vista de dos adolescentes, sorprenderá a más de uno; tengo la suerte de no haber estado a las puertas del infierno, pero me da la impresión de que Green se acerca bastante al sentimiento. Las páginas están cargadas de una filosofía imposible de ignorar, y (quizá rallando un poco el estereotipo), Augustus es uno de los personajes más interesantes que he tenido el placer de conocer nunca. Pero, no os engañéis, no se hace pesado ni pasteloso; lejos de eso, la fascinante historia de Hazel y Augustus está marcada por la cruenta realidad, recordándonos que la vida tiene un límite y, a veces, ni siquiera el amor puede dominarla.

Otro detalle a destacar es la inmensa cantidad de frases favoritas que puedes resaltar en un sólo libro; resulta dinámico e imposible de soltar, aunque para los lectores voraces que devoran el libro en una sola noche (sí, como yo), recomiendo una segunda lectura con más calma para asimilar la fuerza de las palabras de Green y la intensidad de sus enseñanzas.

Un libro que me acompañará para toda la vida, no tiene desperdicio; recomendable a todos los que quieran aprender un poquito de la vida y a los sepan recibir esta lección de humildad. Letal y perfecto.

21.6.13

Lost in Translation (2003) - Sofia Coppola



Tras su, en mi opinión, fallida ópera prima ‘Las vírgenes suicidas’, Sofia Coppola volvía a la dirección con un guion un tanto diferente pero conservando la esencia del primero, Lost in Translation relata la historia de un amor imposible de dos occidentales situado en las pobladas calles de Tokio, Bill Murray encarna a un actor venido a menos que se traslada a Tokio a rodar un anuncio de whisky para la televisión japonesa, por otra parte, Scarlett  Johansson es la mujer de un fotógrafo demasiado ocupado en su trabajo para centrarse en ella, a primera vista recuerda a dos recomendadísimas películas del que para mi es el mejor director de dramas románticos en la actualidad, Wong Kar-Wai, una de ellas es ‘Happy Together’, ya que como en esta, en ambas son dos personas residentes en un país extranjero donde consuman su amor y la otra ‘Deseando amar’ por el guion. Sin embargo, ambas son diametralmente opuestas.


Si en la película del director oriental lo que mandaba era la fotografía y la belleza plástica en esta mandan las actuaciones protagonistas y una curiosa atmósfera que Sofia, heredada de su padre, sabe otorgar a la película quedándole un resultado más que satisfactorio, los golpes de humor de Bill Murray también son constantes para aligerar la carga dramática, que no es poca, y Scarlett Johansson es la que aporta todo el drama, no hay secundarios o no tienen importancia. La película son dos almas perdidas unidas por el azar que buscan encontrarse. 


Es curioso que a pesar de la diferencia de edad entre ambos protagonistas los dos sean tan parecidos, aunque la relevancia en el mundo sea diferente en los dos casos ambos se encuentran perdidos y sin saber como continuar, y que gracias a los azares del destino puedan vislumbrar otro devenir, una película que da especialmente una capacidad de identificación maravillosa a los espectadores.

No hay nada en exceso, todo se complementa perfectamente y es visible para cualquier espectador, a pesar de la atmósfera creada no es una dirección vistosa – lo que no quiere decir que sea mala- y la película puede presumir de tener unos momentos verdaderamente mágicos como los 15-20 minutos finales o el primer encuentro entre los protagonistas.





Está de más decir que cualquiera que haya pasado por una situación similar quiera volver a la situación inicial de la protagonista, apoyada en una ventana observando la maravillosa postal de la ciudad de Tokio imaginándose un futuro mejor.


4.6.13

Armonías de Werckmeister (2000) / Werckmeister harmoniák - Bela Tarr



Se me hace muy difícil escribir algo sobre 'Armonías de Werckmeister' filme realizado por el controvertido realizador húngaro Bela Tarr a principios de siglo, ya sea por pura incapacidad de analizar cualquier aspecto de la película desde un punto de vista meramente objetivo y crítico o porque la idea con la que me he quedado tras terminar de ver el filme no alcanza ni a arañar la superficie de los temas que trata de abordar el húngaro, es una idea vaga, vaguísima. Casi nula.

Es un filme semi desconocido que, técnicamente, es muy similar a todos los que se hacen desde la década de los 60, con el fallecimiento de Dreyer y el inicio de Tarkovski, pasando por Bergman, Tarr se erige como un nuevo director de ese estilo, con una técnica y un movimiento de la cámara prácticamente impecable pero con lo que de verdad importa, el tema que trata, escondido entre miles de florituras y extrañezas que no hacen más que el espectador pierda la atención necesaria en lo que está viendo. Esa imperiosa necesidad que existe entre este círculo de directores en alargar casi la totalidad de sus secuencias de una manera pretenciosa y carente de información, por ejemplo, el mostrar como dos personas caminan por una calle durante más de 5 minutos, o la llegada del motor de la película, la ballena, en el coche que la transporta ¿Qué aportan a la película, algo al guión, quizás? Absolutamente nada. Personalmente lo veo como una respuesta casi infantil al cine comercial, mayormente estadounidense, el hecho de que un director muestre que es un virtuoso con la cámara, que sabe moverla y manejarla, y que no sabe si otros directores podrán hacerlo, pero el simple hecho de hacerlo ya lo eleva a una categoría superior en el cine, y es lo que me molesta y hace que pierda el interés en la película, con el inicio tan prometedor que tiene, que luego todo se rompa simplemente por querer ensalzarse a sí mismo y demostrar que se puede hacer algo diferente. Diferentemente aburrido.

Otro aspecto de la película es la situación totalmente irreal que se vive, con un tufillo de reflexión filósofica que flota en el ambiente, la actuación de los personajes, un ejemplo de este es el inicio, que a pesar de que sea fuerte y serio, toda esa seriedad se pierde en la ridícula ejecución de la misma. Las actuaciones, a pesar de ser brillantes, son prácticamente ficticias, cada persona está inmersa en una vacuola invisible que impide mantener un diálogo interesante en la película, domina el silencio, y cuando se rompe solo es para la aportación de un monólogo con un significado demasiado intrincado (como en el de la música en el que se nombra algo de... ¿tonos y semitonos?) o de un diálogo carente de importancia.

Volviendo a los travellings kilométricos, existe una minoría en esta película verdaderamente bellos y necesarios, como en el que se muestra como los rebeldes llegan y salen del hospital o el final, con el motor dominante de la película hecho añicos, hasta ahí debería llegar esa aportación, de 140 minutos que dura, 30 son perfectamente desechables y no existiría ninguna variación en la película. Es por eso que este tipo de películas esté sujeta a una valoración puramente subjetiva, al menos en mi caso, en el caso hipotético de tener que elegir la mejor o mejores películas que se hayan realizado, eligiría las que son perfectamente disfrutables y entendibles por espectadores dispares, el endiosamiento que se le da a este tipo de filmes no reside más que en el desconocimiento colectivo, un ejemplo perfecto de esto es la táctica de Malick, realizar filmes como este, densos y complejos y con una técnica perfecta pero asignándoles protagonistas propios de películas comerciales, como en 'El árbol de la vida', perfecto y con un mensaje a mi juicio mucho más entendible que en el de Tarr, y al estar expuesto al gran público ocurre lo inevitable, empiezan a lloverle críticas por todos lados.

A pesar de todo, en la película siguen existiendo detalles de genio y muy disfrutables, como el asalto al hospital o la música de Mihály Víg, como en el primer encuentro entre la ballena y el protagonista o en la toma final. Detalles que son totalmente opacados por el tedio en que se cae al estar viéndola.

Por suerte o por desgracia, Bela Tarr ha anunciado que 'El caballo de Turín' será su última aportación al cine.