¿Tiene el cine unas reglas de creación fijas? Esa es la
pregunta a la que responde Begotten, aquello para lo que fue realmente creado,
la respuesta es obviamente negativa. No apta para aquellos que busquen
entretenimiento o evasión, para los que constantemente busquen en el cine las soluciones a sus preguntas Begotten es una invasión de respuestas.
Hasta que en 1915 Griffith aportara la película definitiva
que hizo sedentario a un lenguaje cinematográfico lineal y que relatase una
historia de alguna forma coherente, todo el cine que se hacía era prácticamente experimental, el cine no
era un producto por el cual se beneficiaban cientos de personas. Ahora la
comunicación entre película y público está demasiado asentada, ahora se
entiende el cine como un concepto de industria y entretenimiento, ahora se le
da al público lo que quiere ver, y si el público no quiere sentarse a ver un
espectáculo, no habrá espectáculo.
Begotten reúne todas estas condiciones de cine actual para
darles una vuelta de tuerca y aportar algo significativo al cine –que no a
películas-, sin ningún tipo de diálogo y solo con algunos sonidos que no aportan
relevancia alguna a la historia, la película es clasificada por el propio director
como un ‘Test de Rorschach’ y una experiencia inigualable. Rodada en blanco y
negro de fuertes contrastes, no está hecha así por coincidencia, gracias a sus
10 horas de postproducción por cada minuto de película, a Begotten se le ama o
se le odia, en cualquier caso será una experiencia única para espectador.
El guión interpreta de alguna manera el Génesis por medio de
dos partes diferenciadas, la fotografía sucísima consigue lo que se propone,
causar verdadera tensión y malestar en el espectador, sería injusto intentar
encajar a Begotten dentro de un género cinematográfico en concreto, tiene
tantos puntos y detalles a su favor que cada persona elegirá enfocarlo de una
manera concreta, poco más me queda por decir, podría defender a la película diciendo
que cuando el cine penetra de una manera tan directa en los sentimientos poco
hay que hacer, podría atacarla diciendo que su pesadez la harán invisible para
la mayoría. La verdad es que en mi opinión tiene muchísimos más aciertos que
fallos, quizá sea uno de estos el que entierre a la película en el pozo del
olvido de la memoria colectiva. Su nula comercialidad.
Lamento no poder explicarme con más claridad.
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