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2.4.13

Begotten (1991) - E. Elias Merhige




¿Tiene el cine unas reglas de creación fijas? Esa es la pregunta a la que responde Begotten, aquello para lo que fue realmente creado, la respuesta es obviamente negativa. No apta para aquellos que busquen entretenimiento o evasión, para los que constantemente busquen en el cine las soluciones a sus preguntas Begotten es una invasión de respuestas.
Hasta que en 1915 Griffith aportara la película definitiva que hizo sedentario a un lenguaje cinematográfico lineal y que relatase una historia de alguna forma coherente, todo el cine que se hacía era prácticamente experimental, el cine no era un producto por el cual se beneficiaban cientos de personas. Ahora la comunicación entre película y público está demasiado asentada, ahora se entiende el cine como un concepto de industria y entretenimiento, ahora se le da al público lo que quiere ver, y si el público no quiere sentarse a ver un espectáculo, no habrá espectáculo.
Begotten reúne todas estas condiciones de cine actual para darles una vuelta de tuerca y aportar algo significativo al cine –que no a películas-, sin ningún tipo de diálogo y solo con algunos sonidos que no aportan relevancia alguna a la historia, la película es clasificada por el propio director como un ‘Test de Rorschach’ y una experiencia inigualable. Rodada en blanco y negro de fuertes contrastes, no está hecha así por coincidencia, gracias a sus 10 horas de postproducción por cada minuto de película, a Begotten se le ama o se le odia, en cualquier caso será una experiencia única para espectador.
El guión interpreta de alguna manera el Génesis por medio de dos partes diferenciadas, la fotografía sucísima consigue lo que se propone, causar verdadera tensión y malestar en el espectador, sería injusto intentar encajar a Begotten dentro de un género cinematográfico en concreto, tiene tantos puntos y detalles a su favor que cada persona elegirá enfocarlo de una manera concreta, poco más me queda por decir, podría defender a la película diciendo que cuando el cine penetra de una manera tan directa en los sentimientos poco hay que hacer, podría atacarla diciendo que su pesadez la harán invisible para la mayoría. La verdad es que en mi opinión tiene muchísimos más aciertos que fallos, quizá sea uno de estos el que entierre a la película en el pozo del olvido de la memoria colectiva. Su nula comercialidad. 

Lamento no poder explicarme con más claridad.

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