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21.4.13

Memorias de Idhún (Laura Gallego García)

Antes de empezar a leer, debéis saber que soy una fan incondicional de Laura Gallego y de su obra y podría decir que le debo gran parte de lo que soy ahora a ella, pero no voy a dejar que eso le quite objetividad a mi crítica. Las cosas, como son.

Todo el mundo conoce Memorias de Idhún, poco habrá que no haya sido dicho ya acerca de la historia que ha cautivado a millones de personas; pero ¿qué hay realmente detrás de estas memorias? Sabéis que me gusta analizar un libro cuando mientras lo leo, descomponerlo en piezas y observar la obra que crean todas juntas. En el caso de Memorias de Idhún, obra que decidí releer hace unos días y a la que tenía un cariño inmenso, el resultado de ese análisis me ha sorprendido. Siempre había tenido a Laura Gallego en un pedestal de sabiduría y enseñanza, convencida de que sus libros contenían tantos o incluso más mensajes internos como, por ejemplo, los polémicos Juegos Del Hambre; en resumen, que eran unos cambia-vidas. Y, sin embargo, he descubierto que me equivocaba. Sorprendentemente, esto no es nada malo; al contrario, lo que he sacado de Memorias De Idhún, ahora que tengo capacidad para estudiarlo a fondo, no ha hecho sino aumentar mi admiración por la valenciana.

El primer libro de la trilogía, como muchos ya sabréis, narra la historia de Jack y Victoria, dos niños terráqueos que se ven envueltos en la lucha de la Resistencia, una pequeño grupo de Idhunitas que luchan por reconquistar su mundo de las manos del temible Ashran, el Nigromante, y los malignos sheks, serpientes aladas que han acabado con todos los dragones y unicornios - excepto uno. La misión de Jack, Victoria y sus amigos de encontrar al último dragón y unicornio, perdidos en la Tierra, se ve constantemente entorpecida por la mano derecha de Ashran, el gélido asesino Kirtash. Estos tres protagonistas se verán entremezclados en una guerra que no creen suya a la vez que se ven obligados a madurar a golpes de pérdida, dolor y trauma, a la vez que descubren el amor y lo que éste puede hacer.

Tras disponer mi máxima concentración en descubrir cuál era el doble-fondo y haber llegado a la última página, sin resultado aparente, he descubierto por fin cuál es la intención de Laura Gallego. En dos palabras, Memorias de Idhún es: un libro. Tal cual. Aunque quizá lo apropiado no sea decir un libro, sino El libro. Especialmente dirigido a preadolescentes (véase entre 9 - 13 años, diría yo), encandilará a menores y mayores por igual, puesto que está hecho para introducir a la lectura; Gallego se ha asegurado de darnos un poco de todo: amor, guerra, inocencia, madurez, fantasía, magia... Es imposible que el niño de nuestro interior no despierte con esta obra maestra.

Ha habido mucha crítica debido al triángulo amoroso que no llega a resolverse, ya que muchos alegan que no se puede abordar el amor como lo hace Victoria, lo que me lleva a decir una vez más que está dirigido para mentes inocentes. Busca el desarrollo de la imaginación, despertar nuestros sentimientos lectores y hacernos soñar; es, en todos los aspectos, un libro entrañable, con la justa medida de todas sus características (quizá peca un poco de empalagoso), que enamorará tanto a niños como niñas, jóvenes y adultos.

En resumen, un libro que despertará al niño que llevamos dentro y potenciará al gran lector que los más pequeños tienen encerrados. Con toda la ternura del amor adolescente, la fuerza de la lucha por la justicia y la inocencia y sencillez con la que se desarrolla, es una trilogía con la que crecer, atreviéndome a igualarla, así, a una saga de las dimensiones de Harry Potter sin ningún reparo. No perdáis la oportunidad de conocer el planeta de los seis astros.

Beyond - Chris Tara

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