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14.3.13

He nacido, pero... (1932) - Yasujiro Ozu



Que mejor manera de empezar esta parte del blog que haciéndolo sobre los inicios del cine, más concretamente del cine nipón -vilipendiado en muchas ocasiones siendo acusado de excesivamente lento- de los inicios de la vida y de los inicios de uno de los mejores directores que el mundo ha tenido la ocasión de admirar, y lamentablemente no demasiado conocido en occidente por personas
no entradas en este arte del cine, Yasujiro Ozu.

Hablar de 'He nacido, pero...' supone de hablar de una de las primeras maestrías surgidas en el cine japonés, donde casi la totalidad del cine realizado en los años 20 se ha perdido para siempre, la película se mueve fundamentalmente entre dos registros, y el tema sobre el que trata es la jerarquía sobre la que se mueve (ya que este mundo ha sido ajustado para que haya unos rangos determinados)
no solo el lejano mundo de los adultos, sino todos los ámbitos de la vida en general. Pero no de una manera crítica y ácida, ya que el estilo de la película es tierno, gracias al enfoque que le da Ozu a la película, la de la visión de un niño.

Ozu es conocido por ser el director más 'oriental de los directores orientales' es decir, su modus operandi consistía en clavar la cámara a 90 centímetros del suelo (como curiosidad, altura a la que se encuentra una persona sentada en un tatami, ya que pensaba que la vida japonesa se hacía
en el suelo) pero en esta película, y en todas las que hizo antes, demostró que también sabía como moverla y hacer un producto igual de excelente, esta película actúa como punto de inflexión, marca el punto en el que cambió su forma de hacer cine, a partir de aquí mucho más pausado.


 


 No dista mucho de sus otras películas mudas, aparentemente sencillas, no dicta su discurso de manera pretenciosa ni presenta florituras para hacer el producto de una inigualable limpieza técnica. Demuestra como está organizado el mundo, desde que nacemos hasta que trabajamos y finalmente morimos, de los miedos que atormentan a un niño al que le amenazan con pegarle en la escuela como al padre que amenazan con despedirlo si no mantiene una actitud positiva ante su superior, desde las dificultades de una madre ama de casa como las de un padre que trabaja para darle a sus hijos algo que llevarse a la boca, pero a pesar de que el tema sea tan pesimista es inevitable ver la película con una sonrisa en el rostro.
Una película que engaña debido al contexto en el que se ha situado a este tipo de cine en la actualidad, más acostumbrados al visionado de cine estadounidense y autoconvencidos de que es el único -y mejor- cine que existe. Otro concepto que encuentra su correlato dentro de la película.


No puede hacerse otra cosa que sentarse y disfrutar de una muy buena película de un director en prácticas, más adelante tendremos oportunidad de introducirnos en el mundo de los mayores y en sus problemas diarios que nos ofrece 'Primavera tardía', 'Principios de verano' o la excepcional 'Cuentos de Tokio', mientras tanto ¿Qué tiene de malo seguir siendo un niño?






''Tú nos dijiste que fuéramos importantes, pero tú eres mucho menos que eso''






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